La maldición del “pan tumaca”

Cuando los marineros se acercaban a puntos legendarios como tierra de fuego, pensaban que a partir de ahí el mundo se acababa y que sólo verían a partir de ese punto en adelante seres de tres cabezas que acabarían con sus embarcaciones en segundos. Pues algo parecido tienen que sentir los cacereños al cruzar la frontera entre Aragón y Cataluña, debido a que en la corta historia del club los viajes a Cataluña casi siempre se han saldado con un balance negativo.
Una de las claves es que son desplazamientos de más de 14 horas, aunque también hay que admitir que las derrotas coincidieron con la peor crisis que ha vivido el club. La maldición comenzó precisamente contra Vic, el próximo rival, ya que los cacereños después de un tortuoso viaje con sólo siete efectivos profesionales y Berisha, del Trujillo, perdieron ante Vic 93-83.
Meses después, los jugadores entrenados por aquella época por Fede Pozuelo, regresaron en una mini gira de dos desplazamiento seguidos que acabaron con dos duras derrotas, puesto que Sabadell y Cornellá eran dos equipos a los que a priori había que haber ganado. La mala imagen dada en Sabadell fue el detonante para que Pozuelo fuera cesado días más tarde.
La suerte cambió en Tarragona, cuando Peña se disfrazó de conquistador y tomó Tarraco al más puro estilo NBA con 34 puntos en su haber.
Ya con los play off en el bolsillo, los cacereños perdieron ante el Prat, uno de los peores equipos de la LEB Plata el año pasado, en un choque en el que los de Piti Hurtado sufrieron una pájara generalizada. La próxima oportunidad para despejar fantasmas catalanes, el sábado a las 20.00 horas en Vic.