30 de mayo de 2008. La familia toledana Illescas volvió a cometer un crimen en territorio cacereño. Su lugarteniente Virgil y uno de sus gánster más respetados de la Liga como Alonso hicieron saltar por los aires el Multiusos con todas las ilusiones que se habían generado ese día con un posible ascenso de los cacereños ante su público.
Seis meses después se vuelven a ver las caras en el lugar del crimen. En esta ocasión, los toledanos llegan con la misma estructura en su familia, pero sus fotos en vez de estar en un despacho de la policía, están en la sala de vídeo del club cacereño. Los locales quieren que los manchegos paguen con creces deportivamente ese partido de la final a cuatro.
Para conseguirlo tendrán que rendir a tope y todos los hombres de Piti Hurtado deberán afinar la puntería en el tiroteo, que se presume apasionante. Además, ha llegado un nuevo mafioso a la familia cacereña desde Kansas, más conocido como Simien. A partir de las 21.00 horas el Cáceres 2016 le hará una oferta que no puede rechazar el Illescas. La vendetta está servida.
Seis meses después se vuelven a ver las caras en el lugar del crimen. En esta ocasión, los toledanos llegan con la misma estructura en su familia, pero sus fotos en vez de estar en un despacho de la policía, están en la sala de vídeo del club cacereño. Los locales quieren que los manchegos paguen con creces deportivamente ese partido de la final a cuatro.
Para conseguirlo tendrán que rendir a tope y todos los hombres de Piti Hurtado deberán afinar la puntería en el tiroteo, que se presume apasionante. Además, ha llegado un nuevo mafioso a la familia cacereña desde Kansas, más conocido como Simien. A partir de las 21.00 horas el Cáceres 2016 le hará una oferta que no puede rechazar el Illescas. La vendetta está servida.
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